Cocina Granja el Enebral
DONDE CADA BOCADO AÚN TIENE SABOR
DONDE CADA BOCADO AÚN TIENE SABOR
¿Recuerdas lo que era antes probar un tomate fresco?
Estamos aquí para que recuperes esa sensación.
Desde el desayuno a la cena, vamos a viajar con los 5 sentidos a aquellos años de cocinar a fuego lento lo que la naturaleza nos da.
Y en esta cocina nos tomamos muy en serio el derecho de admisión:
Prohibida la entrada a los productos industriales que no pudiera comer nuestro abuelo. Sólo ALIMENTOS.
Con bizcocho casero de mantequilla, tostadas con aroma a brasas, aceite de oliva y tomate recién rallado.
Vas a querer madrugar. Palabrita.
Aquí el lechazo llega de Aranda y se cocina muy lento en nuestro horno de barro con leña de encina. Con tiempo, agua y sal es suficiente para que no olvides nunca este bocado.
Las ensaladas crujen, refrescan y dejan muy claro que acaban de salir de la huerta.
Los postres saben a hogar, como ese dulce de tu abuela que aún puedes recordar si cierras los ojos.
Las pizzas son caseras. Con su masa recién elaborada, su tomate fresco y el queso recién cortado.
¿Has probado alguna vez una pizza asada en horno de leña? Porque si es así, estarás deseando repetir.
Caprichos, sí. Pero recuerda que tendría que poder probarlos nuestro abuelo. ¿Qué tomaría él para alegrarse el día?
Se pondría uno de sus gin tonics espaciales y nosotros le hemos robado la receta.
Alguna cervecita fría siempre encontraría en la nevera y, para picar, iría al obrador de Antonio Criado a por unas patatas artesanas acompañadas de unas aceitunas.
Así que, ¿tú también quieres algunos de los caprichos del abuelo?
¿Eres humano y se te está haciendo la boca agua?
Entonces, ponemos un plato también para ti.
ASÍ ES COMO PUEDES SENTARTE A LA MESA CON NOSOTROS:
PLAN 1 DÍA
Un día de relax para ti y diversión para los niños en la pradera y el establo.
Un menú como los de antes, con lechazo de Aranda en horno de barro, vegetales de la huerta y tarta casera.
Entretendremos un rato a los peques, mientras tú terminas tranquilamente tu comida.
Después les daremos un paseo en nuestros ponis que les encantará..
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PLAN FIN DE SEMANA
Un fin de semana de desconexión, aire puro y vida de grajero, para adultos y niños.
Una casita en el campo, donde cada noche el silencio se oye.
Desayunos y comidas de verdad, cocinadas en horno de barro.
Actividad del granjero por la mañana, paseo en pony después de comer y poder disfrutar de los animales en libertad durante todo el día.
Llegamos el viernes por la tarde y esa noche cenamos pizzas caseras hechas en horno de piedra (riquísimas),todo un acierto.
Acto seguido un equipo de animadores se encargaron de que los niños disfrutaran de juegos,pinta caras, gymkana, etc.A la mañana siguiente los niños disfrutaron como locos dando de comer a los animales y recogiendo los huevos que las gallinas habían puesto (mi hija se lo comió cuando volvió a casa y estaba buenísimo).
Después, el desayuno. Tostadas, café, galletas y un bizcocho casero riquísimo.
Para la comida, un lechazo y un pollo al horno estupendos, acompañados de ensalada,morcilla, bebida, postres para niños y padres caseros y después del café, un cocktail receta casera del abuelo Fermín muy suave y digestivo.Acto seguido un equipo de animadores se encargaron de que los niños disfrutaran de juegos,pinta caras, gymkana, etc.
Las habitaciones (yo estuve en una de las casitas) muy acogedoras bien climatizadas y con todos los servicios. Camas cómodas y muy amplias. La granja y los animales están abiertos para poder visitarlos durante todo el día.
Una experiencia inolvidable para los niños, y un fin de semana redondo.