Es verdad lo que dicen, de que la magia está en los ojos de quienes la saben ver en todas partes, de los que no reconocen otra posibilidad. Algo parecido pasa con las casas rurales divertidas para niños, que muestran a los más pequeños un mundo de ilusión y fantasía, donde pueden imaginar, jugar y soñar, durante todo el día, sin preocuparse de nada más.
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Puede que estés buscando uno de estos refugios para resguardaros de la rutina, del aburrimiento y las prisas. Igual en tus planes está el hacer algo juntos, pero algo fuera de serie, que os haga volver a la infancia y convertiros en sus mejores compañeros de juegos.
Creo que ya lo has encontrado. No hace falta que sigas buscando porque aquí se reúnen todos los ingredientes que las casas rurales divertidas para niños deben tener.
Claves para dar con esas casas rurales divertidas para niños de las que muchos hablan
Lo de menos es que se hayan puesto de moda o convertido en un fenómeno entre las familias con hijos pequeños. Lo importante es que tienes a tu alcance la forma de regalarles una experiencia diferente y muy enriquecedora, en la que les podréis guiar y que os unirá más.
Las casas rurales divertidas para niños también fomentan el aprendizaje, el gusto por la tradición y el respeto por el medio ambiente. Hay quienes le llaman slow living o slow life, pero, puede que el concepto, pese a la nueva denominación, te resulte familiar si te acuerdas de cómo eran las cosas cuando eras pequeño.
Ese buen recuerdo que tienes de los fines de semana o los veranos en el pueblo puede ser lo que les faltaba a tus hijos… hasta ahora. Si buscas dónde sumergirte con ellos en una experiencia así, elige bien, prestando atención a detalles como:
- Mucho espacio. Es un lujo y un privilegio. Kilómetros cuadrados de campo y monte se abren ante ellos, para que corran hasta que no pueda más, trepen, salten y vivan sus propias aventuras. Les encantarán la sensación de libertad y las posibilidades de descubrimiento.
- Nuevos amigos. En las casas rurales divertidas para niños os juntaréis con otras familias y sus hijos. No tardarán mucho en formar pandilla. Pero lo mejor les espera en el establo: allí, cabras, gallinas, conejitos y burros estarán deseando conocerles.
- Jugar sin parar. Dentro y fuera de la casa rural encontrarán una variedad de opciones para pasarlo bien con los demás niños. Entre las actividades organizadas, como los paseos en burrito, y las que planeen por su cuenta, pasarán las horas de la mejor manera, casi sin darse cuenta.
- Confort a la antigua usanza y tiempo de calidad juntos. No hablamos de innovación, ni de conectividad o de espacios “Smart”. Más bien todo lo contrario. ¿No te entran ya las ganas? Un buen colchón, sábanas de algodón de las de toda la vida, contraventanas de madera, una chimenea…. ¿seguimos? Les gustará porque notarán la diferencia y la celebrarán. Les hará gracia probar cosas nuevas, tan distintas y, lo mejor, cuando les leáis el cuento de buenas noches escuchando el crepitar de las llamas del hogar.
Cerca de Madrid puedes encontrar casas rurales divertidas para niños y mayores, donde todos encuentran lo que más les gusta y se viven momentos irrepetibles. ¿Cuándo tienes pensado acercarte a El Enebral con toda la familia?