Ya lo tienes todo listo para visitar un alojamiento rural con niños. Reservaste plaza con antelación suficiente en una granja cerca de Madrid, guardaste la sorpresa hasta el final y acabaste de cerrar hasta la última maleta. Ya pueden dar inicio las vacaciones y, para que san aún más divertidas, en las siguientes líneas encontrarás propuestas de actividades para el tiempo libre con tus hijos.
Ideas para viajar en coche con niños
Hasta que lleguéis al alojamiento rural con niños, habrán pasado entre una y dos horas, dependiendo de donde residáis y cuál sea la ubicación de vuestro destino. Ese tiempo es parte de las vacaciones y, para empezar a aprovecharlas desde el principio, puede dar pie a algunos juegos que se pueden realizar durante el trayecto en coche.
Te proponemos los siguientes:
- Veo – veo: es una buena opción si tenéis hijos pequeños, ya que sus reglas son fáciles de entender y resulta entretenido.
- Acaba la palabra – empieza la siguiente: si los niños ya han crecido, podéis participar todos en esta actividad en la que uno dice una palabra y el siguiente debe empezar la suya, a continuación, empleando la última sílaba pronunciada.
- Cantar: es lo que nunca falla. Podéis recurrir a los grandes éxitos de campamentos y acampadas, recitar de memoria vuestras melodías favoritas o inventaros unas con letras divertidas. Si no termináis de coger bien el tono, poned la radio y animaos con los estribillos más conocidos.
Y, así, sin daros ni cuenta, habréis llegado al alojamiento rural con niños de buen humor y sin tener que escuchar “¿cuánto falta?” nada más que un par de decenas de veces.
Qué hacer en un alojamiento rural con niños
Una vez en el alojamiento rural con niños, lo primero no será deshacer las maletas. La emoción por descubrir el nuevo lugar les podrá y no tendrán paciencia para esperar.
Aunque habrá tiempo para todo, te interesa tener un par de juegos en reserva, por si en algún momento, entre visitar a los animales y pasarlo bien con otros niños, les apetece llevar a cabo alguna actividad en familia. En ese caso, te proponemos:
- Jugar al pilla – pilla. Podéis delimitar el área para que no exceda del terreno de la casa rural o, ampliarlo para que incluya algunos campos cercanos. El escondite es otra opción que tendrá buena acogida.
- Jugar a juegos tradicionales. La petanca, tirar de la soga o el “churro, mediamanga, mangotero” demostrarán ser tan divertidos como recordabas y, si tus hijos no los conocían, no tardarán en pediros repetir.
- Cocineros por un día. Si en las instalaciones hay barbacoa a disposición de los usuarios, podéis dejarles que se conviertan en cocineros por un día, con supervisión adulta, y que preparen masa para tostar alrededor de un palo, que asen unas mazorcas de maíz o que se conviertan en expertos en s’mores.
Por supuesto, una buena elección de alojamiento rural con niños os garantizará la seguridad del área, su idoneidad para el juego de incluso los niños más pequeños, una variedad de opciones de entretenimiento (tanto interiores como exteriores) y, si tenéis suerte, también la posibilidad de interactuar con animales de granja.